domingo, 31 de octubre de 2010

Santuario


Todo ser humano tiene su santuario. Su lugar de reposo, su sitio seguro, su habitación del pánico, su fortaleza inescrutable. Algunos lo encuentran en otra persona, otros en sus mascotas, los hay que acuden a la religión, que se encierran en su habitación, o incluso que recurren a las drogas. Da igual que lluevan balas, sólo tienes que encerrarte en tu santuario y parece que la existencia se hiciera más llevadera.
¿Dije fortaleza inescrutable? Mmm…no. Precisamente este es su mayor fallo de diseño, que en ocasiones algo o alguien pueden colarse y destrozarte el mobiliario y la armonía de tu ‘feng shui’.
Supongo que lo más óptimo es crear tu santuario en tu interior, pero es demasiado complicado, con todas esas interferencias del cuerpo hacia la mente.