jueves, 24 de junio de 2010

El Alcohol


En mi anterior actualización hablaba entre otras cosas, de lo que somos, o de los demás creen que somos, y hoy os voy a hablar de un elemento que para mí está muy relacionado con este tema: El Alcohol.
Conocido por todos, y siempre tema de controversia, pero no voy a hablar de ninguna de los temas típicos sino de un pensamiento más personal acerca de este.
El alcohol desde el inicio de los tiempos siempre ha estado presente en las festividades, celebraciones y momentos de diversión (aunque en muchas ocasiones también en momentos de tristeza). E Incluso hoy en día, socialmente es difícil imaginar una fiesta o salir de noche, sin relacionarlo con el alcohol, y yo personalmente soy una de esas muchas personas que lo consumen. Pero si bien la mayoría de las personas resumiría su consumo diciendo que “se lo pasan bien” yo diría que mi caso es ligeramente diferente. Hasta los 18 años nunca había bebido alcohol de forma considerable, si bien había probado el sabor de las bebidas de mis amigos por curiosidad culinaria, y de hecho la ingesta de alcohol me parecía algo estúpido y carente de sentido. De forma totalmente sana y sobria me lo pasaba bien siempre que salía. Pero un día no recuerdo muy bien a cuento de que, decidí beber. Creo recordar que harto de mi infinita timidez decidí probar suerte, para ver si de ese modo me abría un poco, y debió tener resultados satisfactorios por que se ha convertido en una costumbre de los sábados, hasta día de hoy. Pero lo que realmente me gusta del alcohol, es su capacidad para quitar la cáscara a las personas, y mostrárnoslas tal y como son. Se puede conocer mucho a una persona viéndola borracha, ya que el alcohol, como es sabido desinhibe a las personas, es decir, elimina en cierto modo parte del control que tienen sobre sus acciones, y simplemente hacen lo que realmente quieren en cada momento, sin importar el impacto que pueda tener en su entorno, ni en la “sociedad”. Muchas personas lo usan para justificación para sus acciones, pero en lo que me ha enseñado la experiencia, una persona cuando esta borracha no realiza acciones ajenas totalmente a su persona y completamente aleatorias, sino todo lo contrario, hace lo que realmente rondaba por su subconsciente, y que generalmente representa sus deseos ocultos. Por lo tanto, cuando te relacionas con una persona ebria estas relacionándote con su “Yo” más puro, lo que realmente es, o lo que realmente le gustaría ser, lo que muchos llamarían su esencia, o su espíritu. Como curiosidad paradójica está el hecho de la palabra alcohol procede del árabe al-kukhūl الكحول = "el espíritu", y que las bebidas alcohólicas se les denomine también “bebidas espirituosas”. En mi caso personal, cuando bebo, también me sirve para conocerme mejor a mi mismo, y cuando he realizado alguna cosa “inesperada” ha sido porque ya la había pensado previamente estando sereno, pero que quizás no me había atrevido a hacer.

La parte triste de todo esto, es que en ocasiones conoces a personas en estado de embriaguez, con las que conectas o que te resultan realmente atractivas (en cuanto a personalidad), y cuando hablas con ellas estando sobrias, pierden todo su encanto y su interés. Supongo que eso es en lo que la sociedad convierte a las personas…

R.Elmaldito Dijo, el 09-05-08

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